Los pinceles de caligrafía son un objeto vivo. Mientras trabajas debe tratarse como una prolongación de tu brazo y cuando acabas la práctica hay que seguir todo un ritual de limpieza y cuidado, propio como mínimo de una mascota mimada. Miyu se pone celosa cada vez que limpio mis pinceles, está convencida de que reciben más atenciones que ella. Qué le voy a hacer, convivo con una coneja un tanto cascarrabias.
En Japón , se tiene esa creencia de que aquellos utensilios con los que compartes largas horas de trabajo, acaban conteniendo algo de tu esencia . Los objetos van construyendo «un alma» propia. Llegados a ese punto resultaría triste desprendernos de ellos como de las mondas de platano, con un encestando en el cubo de la basura. Y ahí entran curiosos rituales como el día de agredecimiento a las agujas.
Fudukuyo en
Si las agujas adquieren un espíritu a través de nuestro trabajo, con mayor motivo los pinceles , El shodo se considera una disciplina no solo física sino también de desarrollo interior. ( ¿Os acordais del significado del kanji 道 camino dentro de la palabra shodo 書道? )
Por todo esto, y más cosas que solo puedes comprender teniendolos en las manos, los pinceles que ya han llegado al final de sus días merecen su propio ritual en un templo shintoista o budista. A este «funeral de pinceles» se le conoce como Fudekuyo
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Yo voy a aprovechar el tema para contaros la historia de mi primer pincel. Cunado estas empezando con la caligrafía no sabes cuidar mucho tus pinceles, ni durante la practica, ni tras ella. Tienen una vida limitada. Y mi primer pincel ya estaba para jubilarlo cuando lo empecé a usar con tinta roja.., Ahora mismo parece más una marioneta vieja de Pumuki. ¡Mi pobre pelirrojo despeluchado!
El verano pasado en un curso de manchas y efectos creativos decidí llevarlo y usarlo para algun retoque de sumi-e. Y allí que lo dejé, colgado en el taller secandose para el día siguiente.
El problema fue, que a todos los primerizos se les da el mismo pincel y yo lo deje sin poner nombre ni nada. Se mascaba la tragedia , lo sé. Alguien se confundio y se lo llevó….
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TUMBA PARA CENIZAS DE PINCELES
Al dia siguiente cuando no lo encontraba me quede desolada , sí, soy asi de teatrera. Pensaba en el funeral que nunca tendría mi primer pincel de shodo. En la tumba en la que habría tenido que enterrar sus cenizas tras su Fudekuyo. Así de triste estaba yo en mi casa esa noche despues de la clase. Entoncés llegó un mensaje de una amiga que también estaba en el curso:
Gala: Merche, el pincel que has perdido tiene el pelo naranja??
Merche: Sí,
Gala: Pues no busqués más. No tengo ni idea de cómo ha llegado hasta aquí pero está en mi funda de pinceles
Merche: O_O ¿?
Gala: Ni idea. Ni siquiera dejé pinceles secando. Lo habré cogido de mi mesa al recoger…
Merche: 🙂 🙂 🙂
Gala: Quizás el pincel buscaba el camino de vuelta a casa…
Y en casa está, feliz ( espero) junto con el resto de mis pinceles.
M. Clover
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