(風呂敷, furoshiki)
¿Qué es?
Literalmete viene de « furo = baño y « shiki » = ceremonia
Se cree que la tradición se remonta al siglo XIII, como una forma simple y segura de guardar y proteger la ropa mientras se disfrutaba del sento : los baños públicos.

Desde ese atillo primitivo para mantener la ropa seca y a salvo, se desarrollo toda una técnica para envolver regalos, crear bolso y transportar todo tipo de enseres. Con un claro trasfondo de reutilización, con un trozo de tela, tradicionalmente cuadrado, y solamente pliegues y nudos que deshacer cuando acabe ese uso y así permitir otros mil distintos.
¿Qué tela se utiliza?



En realidad se puede utilizar cualquier tela que no sea elástica y que nos permita hacer nudos con ella: algodón , sedas de kimono, lonetas, rasos… No son recomendables las telas de punto, las gasas y en general cualquier tela que se deforme con el peso o al anudarla.
Yo uso pañuelos, trapos de cocina, lonetas que preparo yo misma con un forro para poder hacer patrones bicolores más interesantes… Todo vale. Desde un cuadrado de tela de algodón sin dobladillo al más exquisito pañuelo de sarga de seda firmado por Hermés.
Pero no podrás apañarte para todo con una sola pieza de tela, cada patrón requerirá un tamaño y una tela especifica. Más ligera o con más cuerpo en función de la caída que queramos conseguir, y mayor o menor resistencia según el peso que queremos cargar. No será lo mismo un bolsito de boda donde solo pensamos cargar un pintalabios y el móvil, a un bolsón para la compra.
Las medidas tradicionales para los pañuelos:
- Pequeños: al rededor de 45 cm. – envoltorios de regalos y sobres
- Medianos unos 70 cm – paquetes de regalo más grandes y tipo clutch
- Grande más de un metro – bolsos
El protocolo del regalo



Esto va a doler. Cuando alguien te de un bonito regalo o se presente en tu casa con un vinito exquisitamente envuelto en tela: No puedes quedarte la tela.
Desenvuelves el vino , doblas el pañuelo y se lo devuelves a quien te dio el regalo. Te vas a tener que consolar solo con la botella, por mucho que te haya gustado el envoltorio.
Si tu eres ya de la secta Furoshiki y eras de los que da el regalo envuelto con sus preciosos nudos, explícalo antes de dar el regalo. Quizás tu no tengas un pañuelo de furoshiki heredado de familia, que perteneció a tu bisabuela, pero aun así. El pañuelo hay que devolverlo , o no hay regalo, ni vino, ni nada de nada.
Lo que vimos en las pelis



Sí, todos hemos visto películas en las que llevan su bento ( el tupper, para entendernos) envuelto en un pañuelito que luego usaran como mantel para comer en el parque.
Vale, aquí seguramente ni la japonesa más tradicional use el furoshiki de la bisabuela, sino uno de algodón que puedas luego meter en la lavadora. Pero con un buen paño de cocina cuadrado serás el rey del tupper y lo llevarás, tan bien atado que se acabará eso de pringarlo todo cuando no cierran bien.
Y tal y como hay patrones tradicionales para los bentos, los hay para llevar los libros, el vino incluso una sandía. Es la esencia de la versatibilidad.
Furoshiki en nuestro día a día



Sandías no he atado muchos, pero ahora que empieza a preocuparnos nuestro uso desproporcionado de plásticos y elementos desechables ( ya iba siendo hora) nos seduce más que nunca volver la vista a estas técnicas ancestrales.
Desde bolsos para una boda con este pañuelito de seda que me hace juego y no me tengo que comprar un bolso de mano que no volveré a usar; a poder hacer la compra siempre que lleves un pañuelo. Además, cuando tengas que cargar será mucho mas cómodo que cualquier bolsa, porque se adaptan al tamaño y la forma de lo que transportes.
Y puedo cambiar las asas, la forma y combinar pañuelos de forma que estrenes a diario, pero con desperdicio cero. ¿se puede pedir más?
¿Es muy difícil?

Como dice el refrán, la práctica hace el maestro.En cualquier caso hay patrones muy simples y otros realmente complejos. Y existe una especie de nomenclatura visual para indicar como hacer los dobleces y los nudos de los patrones.
Eso sí, el avance es realmente satisfactorio.
A todos mis alumnos les encanta , y eso que soy muy mala con ellos y les obligo a hacerme dos promesas:
1.- Ir a la compra y recogerla en una bolsa de Furoshiki , convirtiéndose en la estrella del super de su barrio.
2.- Regalarle a alguien un rollo de papel higiénico con una envoltura como esta . Esta garantizada la sonrisa.

Si quieres aprender De vez en cuando repito el curso de Furoshiki, aquí tienes la información de los próximos cursos, para que estes al tanto de lo que se cuece proximamente… pero siempre puedes juntar un grupito de cuatro en Madrid ( o donde quieras onlline) y se puede montar cualquiera de mis cursos.
M. Clover
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