En otro post os contaré la historia de las Washi ( papel artesanal) Ningyo ( muñeca), que para eso está este blog. Pero hoy no, hoy es un día para ver fotos.
La primera vez que alguien se encuentra con una de estas muñecas siempre te suele preguntar lo mismo ¿y por qué no tienen cara?. La tradición dice que se deben dejar así, en blanco, sin rasgos, para que los imagine su nuevo dueño al recibirla.
Eso no quiere decir que las muñecas no tengan expresión. Ahí esta la magia que permite imaginarlas, la proporción, la postura, los colores… Cada pequeño detalle les da carácter, personalidad. Por eso nunca repito una pieza.
Hoy quería enseñaros algunas de mis muñecas infantiles, Mi serie Chan. Así, todas juntas, para que veaís que no son un trozo de papel cortado con un patrón en serie. Realmente son niñas ( bueno, entre las fotos tambien hay un niño). Y cada una tiene su identidad, su carácter: Las hay curiosas, dulces, tristes, soñadoras, aventureras…
Aunque os lo advierto no os van dejar que imagineis sus rasgos porque a todas estas, ya les ha puesto cara alguien.
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