Es complicado encontrar novela coreana traducida al castellano.Había oído hablar de esta pero solo está disponible ( por ahora) en una editorial Argentina, aunque se rumorea que habrá edición española. Si estáis interesados yo la conseguí a través de traficantes de sueños.
Le tenía muchísimas ganas a este libro. Al margen de haber recibido algún premio internacional, que su traductora al castellano afirmará – » A las mujeres les gustó, les impactó. Los hombres perdían el hilo”- me intrigó (y mucho).
Intentaré no estropearos la lectura destapando demasiado, de una historia tan aparentemente simple como : «una mujer decide dejar de comer carne». Porque a pesar de mis altas expectativas, no solo no me ha defraudado , por momentos me ha impactado ese texto tan aparentemente sencillo y ese subtexto tan aterradoramente cruel.
La historia se divide en tres bloques, con tres puntos de vista diferentes., y por supuesto ninguna de las voces será la de la «vegetariana», esa mujer que es calificada por su marido como egoísta y desconsiderada por , de pronto, y sin razón aparente tener un deseo propio (que sólo implica a su propio cuerpo). Esa mujer que no tendrá voz en toda la novela nunca será la narradora de su propia historia.
Las dos primeras partes contadas por el marido y el cuñado de la vegetariana, hablaran de los deseos de ellos, de sus necesidades, de sus razones y muestran un resumen escalofriante sobre la diferencia de trato entre un deseo femenino, considerado egoísta y sin sentido, y uno masculino que se convierte en derecho,y se considera licito recurrir a la violencia para satisfacerlo.
El último capitulo muestra un segundo personaje femenino, la hermana de la Vegetariana, que asume el papel de cuidadora en contra de sus propios deseos por una sensación de responsabilidad y un sentimiento de culpa. Y a pesar de contar con la independencia económica de la que carecía su hermana, comparte muchos de los episodios de violencia sufridos por su hermana, la misma insatisfacción acumulada y la normalización de la violencia para tolerar vivir con ella.
No se si la frase de la traductora tiene un puro carácter publicitario , me pica la curiosidad sobre qué visión del libro tendría un lector masculino.Ahora mismo tengo una larga lista de espera para prestar el libro, pero curiosamente todas las personas que me lo han pedido son mujeres. Así que creo que tardaré en saciar mi curiosidad. Si algún chico se anima y lo lee, que deje su opinión y me saque de dudas .
M. Clover