Le tenía muchas ganas a este comic, El gourmet solitario, y con la reciente muerte de su dibujante, Jirō Taniguchi, se le rinde homenaje casi en cada escaparate de mis librerias fetiche.
A veces el exceso de expectativas es un lastre para cualquier libre, pero esta vez no. ¡Cómo lo he disfrutado! Por su dibujo, por su oda a la comida y por su «supuesta» falta de argumento.
Nos presenta a Goro Inokashira, un comercial japones al que siempre pillamos saliendo de una reunión, muerto de hambre y buscando un sitio abierto ( y sin cola) donde zampar. Inokashira me ha convencido de que yo también soy un gourmet solitario, porque como a él, me encanta la comida sencilla y sabrosa ; y comérmela yo sola con toda tranquilidad

Sí, los días entre semana que no tengo que trabajar me escapo a comer yo sola a esos sitios deliciosos que ponen un menú de medio día. Aunque en lugar de describir la comida mejor que la guía Michelin, a mi me da por sacarme fotos. Deformación fotográfica que es lo mio.
Pero Inokashira si que te describe, cada salsa, cada sabor… hasta el punto de ser el libro que más hambre me ha dado hasta ahora.
Y cuando llegas a la ultima página, sintiendo que conoces a ese solitario zampón, te da casi pena despedirte de él, como de los viejos amigos, porque en cada comida juntos has acabado descubriendo algo de Inokashira.

Pero siempre tranquiliza la idea de que existe una segunda parte, muchos años después ( 16 ni mas ni menos) , Jirō Taniguchi y Masayuki Kusuli volvieron a juntarse para firmar nuevas aventuras de su glotoncete. En Paseos de un Gourmet Solitario volvemos a disfrutar con los vagabundeos de Inokashira, sus aciertos y desventuras al elegir un lugar donde comer y volvemos a ser cómplices de su pasión por la comida, que esta vez nos invita a acompañarle hasta uno de sus viajes a París.
Y una vez devorados los dos mangas, no me he podido resistir. Y he continuado con una historia con gran parecido a la de Inokashira.
En Marzo Netflex estrenó el Gourmet Samurai, un dorama basado en el manga homónimo que cuenta la tierna y desternillante historia de un recién jubilado que quiere reinventarse como un Samurai. Come lo que quiere y cuando quiere tal como lo haría el Samurai imaginario que le acompaña en sus aventuras gastronómicas. Y como Inokashira se deleita de cada buen bocado y lo describe con un detalle exquisito. ( además, como Inokashira odia los sitios donde hay que hacer cola)
Quizás cuando me acabe la serie deba empezar a leer Oishinbo, que por algo dirán que es el manga imprescindible para todos los amantes de la gastronomía nipona.
M. Clover
Este blog no secuestra fotos en contra de su voluntad. Soy la autora de cualquier imagen que encuentres en él . En el caso de que la foto no sea mía, contará con el permiso del autor (o con una licencia creative commons) y estará enlazada con su origen y referenciado su autor. Mis gatas han sido adecuadamente retribuidas con latitas por sus posados para esta entrada.