Odio los viajes enlatados en los que todo el mundo va a los mismos sitios y hace las mismas cosas. Como si a todos nos pidiera el cuerpo las mismas cosas.
A mí, me fascina la obra de Yayoi Kusama. , y en mi última visita a a Japón decidí montarme un viaje temático. Hable con mis amigos de Daruma Travelers y les pedí que en mi viaje hubiera una cacería de calabazas (… y alguna planta carnivora)
Matsumoto
El pueblo natal de Yayoi Kusama. En plenos Alpes Japoneses, y muy conocido por su precioso castillo, pero Matsumoto merece la pena no sólo por su cuervo ( el castillo es negro y se le conoce así). La comida es increible, la artesanía, los paisajes… y por supuesto su museo de arte contemporaneo.
Este museo alberga unas cuantas obras de Kusama en su colección permanente. No son muchas, pero la calidad merece la pena.
Para empezar la visita, las plantas carnívoras colocadas a la entrada del museo, son casi mejores que las calabazas. Y eso es mucho decir
La entrada cuesta 420 yen , y una vez dentro podrás ver cuadros de diferentes etapas de la artista y una de sus obras de espejos infinitos: chandelier of grief. Una de mis favoritas.
Una habitación hexagonal cubierta de espejos, con una lampara de araña en el centro y sus infinitos reflejos. En el interior del museo no se pueden hacer fotos pero si quieres hacerte una idea swarovki presume aquí… con muchas fotos, de que los cristalitos de las lampara los han hecho ellos.
Lo más divertido es que todo el museo este tematizado. El autobus que te lleva desde el castillo, la fachada del museo, los baños, las maquinas de cocacola….Todo a lunares.
Pero no os hagais ilusiones, yo me las hice y no. No te puedes comprar una de esas cocacolas con topitos. La maquina solo vende cocacolas vulgares sin lunares. 😦
La tienda del museo es muy interesante y tiene mucho material de Kusama, desde recuerditos a libros. No hagáis como yo y ¡comprad! ME enamore de una calabaza , blandita, pero solo me pille un libro. Me reservaba para las maravillas que pensaba comprar en Tokyo. Y aquí va un spoiler ¡el museo Kusama de Tokyo, no tiene tienda!
Kyoto
En Japón sufren una autentica fiebre Kusama. Es alentador que no hayan esperado a su muerte para este boom.
Raro será que en tu fecha de viaje no haya una ( o varias) exposiciones monográficas itinerando por el país.
En mi caso pillé una en, en el Forever Museum of Comtemporany art in Gion – Kyoto Un precioso edificio de arquitectura tradicional de madera donde disfrutar del arte contemporáneo paseando descalzo por preciosas estancias de tatamis. Tambien tiene un jardín de estilo tradicional con sus peces Koi incluidos.
La exposición se titulaba , Pumpkin Forever . Había empezado en Kyoto y ahora estaba de vuelta a la ciudad después de un largo paseo por todo el país. Para hacer honor a su nombre, antes de entrar te recibía una de las calabaza gigantes, que eso siempre es empezar bien . Recopilaba bastante obra, pero la mayoría eran impresiones seriadas, aun así, merecía la pena por alguna pieza espectacular y por andar entre espejos y calabazas.
En estas exposiciones itinerantes el merchandising es una locura. Hay lo que imagines. ¡Comprad! Yo ahora soy la feliz propietaria de washi tape con obra de Kusama , pero ya sabéis, esperaba a Tokyo… y volvi a ignorar a la calabaza blandita.
Naoshima.
La calabaza más famosa, me esperaba en la playa al atardecer. Sí, como en una cita romántica. Porque lo era.
Esta isla escapó a un mal destino rodea a aguas contaminadas, organizando una primera competición de arte supervisada por el arquitecto Tadao Ando. Desde ahí se reinventó, para convertirse en un museo vivo coon 7 edificios del famoso arquitecto japonés. El Chichu Art Museum es de las cosas más espectaculares que se puedan ver, la sala creada por Tadao Ando para mostrar los nenufares de Monet supera cualquier explicacion que se pueda dar aqui. Una sala casi onirica, en un museo subterraneo solo iluminado con luz natural. Imprescindible. Supongo que es la arquitectura llevado al plano casi de la espiritualidad.
Pero, me adelanto. Primero las calabazas. Y según bajas del ferry, que es a lunares, hay esperándote una calabaza roja, en la que entrar y jugar a hacerte selfies sacando la cabecita por sus agujeros. ¿Y despúes? Hay un par de autobuses ( a lunares) que recorren la isla , puedes alquilar una bici, o prepararte para caminar mucho. En esta isla las obras surgen por aquí y allí . Hace falta convertirse en Dora la exploradora.
La calabaza naranja está casi en el extremo opuesto al ferry , allí, solita ( si no te fijas en los turistas pesados que quieren una foto con ella) en su playa. Y a pesar de los turistas , el enclave es precioso ( sí, yo también soy un incordio que se saco foto con ella, pero hice una paciente y respetuosa cola de cinco minutos)
Te he dicho antes que compres en cada paso . Aquí no te lo voy a decir. La isla es cara en general, y la oferta de productos temáticos escasa, los únicos recuerdos de Kusama eran unas calabazas de porcelana con precios astronómicos. Bueno, me compré un imán en la tienda del ferrry 🙂 con la calabaza en la playa que ahora luce orgulloso en mi nevera, como las cartas de los amores de verano.
Tokyo. El múseo de kusama
Desde otoño de 2017 Kusama cuenta con un museo monográfico en Shinjuku, Tokyo
Este museo esta realmente solicitado. Si no llevas las entradas sacadas no vas a entrar. Se ponen a la venta con dos meses de antelación y vuelan en un suspiro. Te puedes hacer con ellas en la web del museo y cuestan 1.000,00 JPY.
La entrada da derecho a 90 min de visita , y no, no puedes entrar antes de tu hora , ni permanecer después. Pero el museo es chiquitito y en 90 minutos te ha dado tiempo a darle hasta dos repasos.
Tiene 5 plantas ,la entrada con la recepción. Dos plantas con la exposición de ese momento. La cuarta es la dedicada a un juego de espejos infinitos con calabazas. No es de sus mejores espejos pero tiene calabazas.
La ultima planta es una terraza semidescubierta con una calabaza rosa y dorada de azulejos. Ademas de la calabaza hay un mirador precioso para sentarse a contemplar shinjuku.
En la zona de recepción venden catalogos de la expo actual y de algunas de las pasadas, y el bolso que Isabel Coixet llevó a los Goya 2019 . Nada más. ¡No hay tienda! Todo el viaje reservandome, no compres que aun queda el museo.
PD: A la vuelta de este viaje, como me había quedado con las ganas de un recuerdo achuchable de kusama, mi amiga de verde de envidia diseñó esta preciosa kusama y me regalo el prototipo. Ahora tendré que volver para sacarme fotos en cada calabaza con mi Kusama blandita llevando aun más ropa de lunares de la que me lleve la primera vez Será difícil porque en mi visita al museo de Shinjuku lo di todo, hasta los calcetines eran de lunares.
M. Clover
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