Hace tiempo, me propuse un proyecto que reivindicara la utilización de las «artesanías» típicamente femeninas como herramientas validas para generar arte. Por supuesto, en esta artesanías, incluía las Washi ningyo, pero también el macramé, el bordado, el ganchillo…
Lo plantee para un evento que al final se canceló. Pero me pareció la señal para profundizar más en el tema: Practicar mis macramés, investigar y apuntarme a clases de bordado . Así acabé en el taller de bordado de Yolanda Andres
El proyecto inicial lo tengo un poco parado, la vida…, pero llevo más de un año en el taller de bordado Me encanta . Al principio fue, la pausa después de correr todo el día. Relajarse, sentarse allí, a dar puntaditas lentas , en un taller precioso, con gente de todo tipo (que en el fondo se parecen mucho más de lo que hubieras imaginado).
Ahora, antes de que el mundo se parara para todos, yo ya lo llevaba un tiempo bastante ralentizado encerrada estudiando, con leves escapadas, algunas de ellas para ir a bordar. Por eso de encerrarme a estudiar estaba tan paradas las entradas pero lo quiero ir recuperando.
Como a mis muñecas les encanta vivir en sitios bonitos, decidí que doblaría una para Yolanda. No podía ser de otra modo, bordando.
Las anesama ningyo siempre dan más trabajo y como la he ido haciendo a ratitos , he tardado bastante.
Y aunque esta vez no tenga pruebas que enseñaros, las gatas han incordiado en cada etapa, aquí todo tiene colaboración felina.
En este caso, para la cabeza he utilizado porcelana fria. Todos los papeles son yuzen japonés . Y el bordado es el símbolo de la palmera bordado sobre papel con hilo de sashiko

Este blog no secuestra fotos en contra de su voluntad. Soy la autora de cualquier imagen que encuentres en él . En el caso de que la foto no sea mía, contará con el permiso del autor (o con una licencia creative commons) y estará enlazada con su origen y referenciado su autor. Mis gatas han sido adecuadamente retribuidas con latitas por sus posados para esta entrada.