4 poetisas japonesas.

Aprovechando la iniciativa de #marzoasiatico y mi devoción absolutas a #leoautoras ( aunque no sea octubre) estaba devorando el último de estos libros de poesía. Y he pensado que tras mi entrada con mis 11 escritoras japonesas favoritas hacía falta hablar de poetisas niponas que me encantan ( para celebrar que se acaba de unir Tawara Machi al club)

1.- Una maestra del haiku Chiyo

Chiyo-ni o Kaga no Chiyo (1703 – 1775)

Los haikus según la tradición, tienen tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Suelen hacer referencia a escenas de la naturaleza o de la vida cotidiana, y a menudo incluyen una referencia a una época o momento del año.

Se sabe muy poco de la vida de esta mujer que se considera una de las mejores poetisas de haiku cuando esto de la poesía era cosa de hombres.

Hay quien sostiene que estuvo casada y con hijos, con lo que si parece que hay acuerdo es que acabo siendo monja budista. Nació en la antigua provincia de Kaga, hoy parte de la prefectura de Ishikawa, en una familia de artesanos que se dedicaban al enmarcado japonés. La creación de rollos tradicionales. Este entorno la aficionó a todo el arte contenido en estos rollos, tanto la pintura , como la caligrafía donde los haikus encajaban a la perfección.

Empezó a escribir poesía haiku con 6 años. Con esa precocidad, a los 17 ya era conocida en todo Japón por sus poesías.

¿Dónde leerla?

La editorial Satori tiene una preciosa recopilación de sus poemas Violetas agrestes.

Un poema:

Deja aromada

la mano que lo corta;

flor del ciruelo

2.- La nueva mujer japonesa: Akiko Yosano

Akiko Yosano (1878- 1954)

Ya quedaba muy atrás que el escribir poesía waka o tanka fuera cosa de mujeres, como en la primera novela moderna, el Genki Monogatari escrito por la dama Murasaki Shikibu(periodo Heian 794-1185), cuando Akiko Yosano lo revolucionó todo.

Como admiradora del Genji, que más tarde tradujo al japonés moderno, decidió usar la forma de poema más antigua, el tanka, como el transmisor más sincero de los sentimientos. Con su primer libro de poemas Midaregami (pelo revuelto) generó una gran conmoción en el mundo literario y se convirtió en el referente de la «nueva mujer» japonesa. Totalmente encontrada con la actitud pasiva asignada a la mujer. Yosano se defendía como vida, sensualidad y pasión. Nada que ver como la mujer pasiva, sumida y modesta que se definía como el ideal.

Se enamoró de un poeta casado con el compartió su vida ( y diez hijos), a temporadas fue ella quien mantuvo económicamente la familia, orgullosa de ello. Participó en la revista feminista Seitō y durante todas su vida la caracterizó su activismo feminista y su implicación en los problemas sociales así como un ferviente pacifismo encontrado con e imperialismo Japonés sobre otros países asiáticos.

¿Dónde leerla?

La editorial Hiperión tiene publicada una antología poética con una preciosa selección, desde sus poemas más pasionales de Mideragami a sus poemas pacifistas más adultos dedicados a la muerte de su hermano, pasando por poemas de reflexion sobre el Genji Monogatari : Poeta de la pasión.

Un poema:

sosteniendo mis pechos;

entre las manos, silenciosamente,

descorro el velo del misterio:

¡aquí hay flores

de un intenso color escarlata!

3.- Ternura y empatía – Keneko Misuzu

Keneko Misuzu ( 1903 – 1930 )

La historia de Misuzu es muy triste pero con una reparación final; Como el poema de una escritora silenciada sirvió de consuelo a todo un país, mucho después de su muerte.

Nació en un pequeño pueblo de pescadores, donde su madre trabajaba en un alibreria familiar. Este ambiente la permitió estudiar hasta los 18, raro para las chicas de la época. Ella misma termino trabajando en una sucursal de esa misma librería tras sus estudios. Leia y escribía, hasta consiguió publicar algunos de sus poemas en su primer intento, con muy buena aceptación.Pero un matrimonio concertado acabo con todo.

Su marido la prohibió escribir y la alejo del trabajo en la librería y de todo el ambiente literario con el que empezaba a relacionar tras la publicación de sus poemas. Se divorcio poco después, y volvió a casa de su familia con su única hija ( y contagiada por su marido de una enfermedad de transmisión sexual) Allí se dedicó a recopilar su poesía para enviar una copia a su antiguo maestro y otra a su hermano. Poco después su exmarido exigió la custodia de la hija y Misuzu se suicidó. Os avisé que era triste. Tenía 27 años.

En 1966 un poeta y estudioso, Setsuo Yazaki, descubrió uno de aquellos primeros poemas publicados en una recopilación infantil y se dedico a rastrear a la autora. Consiguió seguir su pista hasta la librería, pero ya había cerrado. Pero 16 años después dio con el hermano que aun conservaba los tres cuadernos con los 512 poemas de su hermana. Se publicaron en tres volúmenes y una biografía.

En marzo de 2011, tras el terrible terremoto y el posterior Tsunami, en los días posteriores a la catástrofe las cadenas de televisión retrasmitieron como consuelo un poema de Keneko Misuzu: eres un eco

¿Dónde leerla?

La editorial Satori tiene una preciosa antología de Kaneko Misuzu: El alma de las flores

Un poema:

por más que extiende mis brazos,

nunca podré volar por el cielo.

Y el pájaro que vuela no podrá correr

rápido por la tierra, como yo

Por mas que me balancee

no se producirá un bello sonido.

Y la campana que suena,

no podrá saber tantas canciones como yo.

La campana , el pájaro y yo,

todos diferentes, todos buenos.

4.- La poesía de lo cotidiano – Tawara Machi

Tawara Machi ( 1966-)

Si Yosano se fascinó con el tanka y lo revolucionó, en 1987 una joven de Oska profesora de litreratuta, Machi 89 Tawara, le da una nueva vuelta al poema clásico Heian.

Publicó un poemario de tankas que desató una apasionada polémica en Japón. Vendió casi tres millones de copias de su Aniversario de la Ensalada y ganó el premio nacional de poesía más importante de Japón. Durante los 90 se convirtió en moda nombrar pasteles y bebidas con los títulos de poemas de este libro.

Esta versión pop del tanka trata temas cotidianos nada poéticos, combinando palabras coloquiales y anglicismos, con términos poéticos mediávales de la poesía del periodo Heian.

Como explica la propia Tawara Machi sus tankas son para cantar al amor, como en el periodo Heian, pero de forma tan sencilla y breve que no quepan explicaciones, perdones , ni recriminaciones.

¿Dónde leerla?

La editorial Verbum publico en 2017 una traducción del Aniversario de la Ensalada.

Un poema:

Como uno se levanta

para marcharse

de una hamburguesería,

así dejaré a ese hombre

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M. Clover

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